Este 25 de mayo, volvimos a Mendavia para participar en el XXXII Capítulo de la Cofradía del Espárrago de Navarra. Y digo “volvimos” porque para mí Mendavia no es un sitio cualquiera.
Esta vez representamos a la Cofradía del Queso Idiazabal mi compañero José Miguel Santamaría y yo mismo, acompañados de Alaitz y Ana, mi compañera inseparable en cada aventura gastronómica.
Con los estómagos llenos y el espíritu aún más satisfecho, pusimos fin a una jornada que fue mucho más que una visita: un reencuentro con la memoria, el sabor y la hermandad. Y, como siempre, ya estamos contando los días para volver. Porque donde hay un buen producto, una cofradía y un grupo de amigos, ahí estaremos.