Capítulo del Espárrago de Navarra en Mendavia: Un regreso lleno de sabor y recuerdos 🌱✨

Capítulo del Espárrago de Navarra en Mendavia: Un regreso lleno de sabor y recuerdos

Este 25 de mayo, volvimos a Mendavia para participar en el XXXII Capítulo de la Cofradía del Espárrago de Navarra. Y digo “volvimos” porque para mí Mendavia no es un sitio cualquiera.

Fue allí donde, con apenas 19 años, descubrí por primera vez el sabor real de un espárrago. Recuerdo que fui casi por obligación, a dar un mitin a los jornaleros andaluces desplazados por la campaña del espárrago, allá por 1987, en plena batalla municipal por Izquierda Unida. No me gustaban ni los espárragos ni los pimientos… pero aquella cena, cargada de cortesía y compromiso, me cambió el paladar. Desde entonces, los disfruto como un placer que aprendí a saborear tarde, pero con intensidad.

Un viaje en buena compañía 🧀👫

Esta vez representamos a la Cofradía del Queso Idiazabal de Ordizia mi compañero José Miguel Santamaría y yo mismo, acompañados de Alaitz y Ana, mi compañera inseparable en cada aventura gastronómica. Aprovechamos para viajar el día anterior y alojarnos en La Casa Azul de Alcanadre, un alojamiento rural que recomiendo de corazón: cómodo, acogedor y con la hospitalidad de Asun, que hace que te sientas en casa.

Ya que estábamos cerca, no podía faltar la visita a la Calle Laurel en Logroño. Tapeo, buen vino, ambiente animado… una experiencia que nunca decepciona.

El capítulo: tradición, cultura y espárragos en su máxima expresión

El sábado comenzó temprano. A las 9:30 h, nos recibieron en el hogar del jubilado de Mendavia con un desayuno que nos puso en marcha. Luego, a las 10:30 h, participamos en la misa en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, un templo lleno de historia y recogimiento.

A las 11:15 h, en la Plaza del Ayuntamiento, fuimos recibidos oficialmente con la actuación de los Danzantes de San Lorenzo de Pamplona, que aportaron color y ritmo al encuentro. Tras ello, comenzamos el desfile por las calles de Mendavia: un recorrido lleno de curiosos que nos miraban con esa mezcla de sorpresa y admiración que siempre despiertan las cofradías.

A las 12:00 h, en el auditorio del ayuntamiento, dio comienzo el Capítulo número 32. Se entregaron los nombramientos a cofrades de número y de honor, y se hizo una mención especial a Miguel Ángel Díaz, de la Cofradía de los Quesos de Cantabria, como cofrade de mérito.

Espárragos, cava y una comida para recordar 🍷🍽️

Terminada la ceremonia, volvimos al hogar del jubilado donde nos esperaba una degustación masiva de espárragos. Cientos de unidades, preparados con mimo, que junto a los pimientos y otras delicias de la tierra nos hicieron sonreír con cada bocado. Y menuda sorpresa nos llevamos con el cava de Mendavia: fino, fresco y muy agradable.

A las 15:00 h, llegó la comida de hermandad, servida por el Restaurante Marisol de Cadreita, que estuvo de diez. El menú comenzó con un salmorejo con helado de parmesano (sí, repetí), siguió con pochas a la navarra y culminó con un delicioso medallón de solomillo ibérico sobre patatas trufadas. De postre, una tarta de San Marcos que esta vez no pude disfrutar… porque, sencillamente, no me cabía nada más.

Tuvimos además la suerte de compartir mesa con los amigos de la Cofradía del Bonito del Norte de Colindres, con quienes siempre es un placer reencontrarse. Desde aquí, un saludo especial para ellos.


Con los estómagos llenos y el espíritu aún más satisfecho, pusimos fin a una jornada que fue mucho más que una visita: un reencuentro con la memoria, el sabor y la hermandad. Y, como siempre, ya estamos contando los días para volver. Porque donde hay un buen producto, una cofradía y un grupo de amigos, ahí estaremos.

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